Autora: Dina, 42 años, marroquí.
Esta obra es el resultado de un
ejercicio llamado “constelación”. Las mujeres representaron a ellas mismas en
relación con las personas cercanas que tuvieron funciones diferentes durante su
embarazo y parto. Dina elije un tapón pequeño para representarse a sí misma. En
el centro del dibujo coloca al padre porque, explica, “es la persona más adulta de la familia y es simpático, no cerrado”.
Son la madre y el marido que la cuidan durante su embarazo, mientas que la
hermana y el marido la acompañan durante dos de los partos. En el tercero está
sola. A la pregunta ¿por quién te sientes cuidada ahora en tu vida? contesta
que por sus hijos.
Autora: Manuela, española
En el primer collage representa el
camino que está recorriendo ahora, en la Residencia Maternal, con una línea a
zig zag (figura A en el lado izquierdo). A la derecha está el camino que la
espera cuando salga, “el camino de la duda”. “Es
un camino mucho más recto y organizado, pero con posibilidades de ir tanto a la
derecha como a la izquierda. Yo no sé
por dónde ir”, comenta. La red rosa que envuelve la cartulina
representa su cuerpo, el lugar donde todos estos procesos están teniendo lugar.
En la figura B, siguiendo la propuesta
de la arteterapeuta, Manuela pinta la continuación del camino de la duda.
Autoras: se trata de una
obra a cuatro manos, con la participación de Bintou, Nadia, Linda y Hasna.
Dos mujeres
participan en la creación de cada una de las piezas. Las obras hablan del aislamiento
y dificultad que las mujeres vivieron durante su embarazo y del contraste con la
alegría y esperanza que surgieron a partir del parto.
El círculo de color
verde comenzó siendo negro y poco a poco, mientras las mujeres compartían
puntos de vista y experiencias sobre la maternidad, una de ellas fue
transformando el color hasta darle una tonalidad más alegre.
Autora: Hasna, marroquí
A la pregunta “¿quién es, o a quién
representa esta figura?”, Hasna contesta “No es nadie”. Finalmente comenta
algo más: “La mujer piensa en su vida, en
su futuro. Espera que su vida vaya bien.”
Autora: Bintou, gambiana.
Es una mujer, es un busto. Fue lo que Bintou
explicó de su obra. En el momento de la investigación estaba embarazada.
Autora: Nadia, española.
Mirando la obra, Nadia comenta: “Tengo miedo a lo que será y cuando ya la
tenga, será felicidad”. “No me acompañó nadie a hacer el test”.
En el
momento de la investigación Nadia estaba embarazada.
Autora: Saima, pakistaní.
La obra de Saima habla del proceso
des de que sus bebes eran embriones hasta que nacieron. Habla de incertidumbre y felicidad.
Autora: Firdaus, marroquí
Llegué
a Barcelona embarazada de seis meses, mi
cuñada me acompañaba a todos lados, porque yo no hablaba castellano. En el hospital el trato fue fantástico: la
enfermera hablaba francés, intentaba comunicar conmigo. El médico del parto
me hablaba en inglés, era americano. El trato fue muy bien, me sentí querida y esto tapó todo el dolor
que tenía.
En el segundo
embarazo, ya podía hablar yo.
Autora: Layla, paquistaní
El título del dibujo es Flor/Dolor. Estuve 10 años después de casarme, sin tener hijos. Estar embarazada
fue como una luz que se enciende. Durante el embarazo estuve muy bien de salud,
mejor que en otras épocas de mi vida.
El arcoíris representa el viaje a España con mi niño en la
barriga. Tenía esperanzas. No tenía idea del idioma, entonces fui a las últimas visitas con mi
cuñado. Tenía una vergüenza de muerte por los temas que se tocaban!
Pregunté a una doctora si podía hablar inglés. Me contestó “Si quieres hablar
inglés, ves a Inglaterra!” Enseñé a los médicos los papeles de Pakistán, que
estaban escritos en inglés, pero no los quisieron ver. No tengo buenos
recuerdos de esos días.
En el segundo
embarazo sí que podía comunicar un poco con los médicos. Durante las horas
antecedentes al parto, envié mi marido a casa para que se quedase con el otro
niño. Yo puedo sola, le dije.
Autora: Roxana, boliviana.
El primer dibujo
representa cómo la mujer vivió su embarazo, el segundo cómo vivió el parto y el
tercero el acompañamiento recibido por familiares y profesionales.
Dibujo 1: A un mes del parto me sentía revuelta. Mi
estado físico estaba revuelto, no sabía cómo iría el parto, no sabía cómo iba a
ser la experiencia aquí, en este país.
Dibujo 2: El dibujo representa cuando ya llegó el
día, cuanto entré a la sala de parto. Al principio estaba nerviosa, pero luego
tranquila, con las comadronas. Esperaba mucho a mi niña, y estaba contenta que
fuese una niña.
Dibujo 3: Aquí he representado el mar, la
tranquilidad. La atención fue muy buena,
todo perfecto, todo bien.
Autora: Leticia, 40 años, ecuatoriana.
El primer dibujo
representa cómo la mujer vivió su embarazo, el segundo cómo vivió el parto y el
tercero el acompañamiento recibido por familiares y profesionales.
Dibujo 1: Aquí es cuando me empezaron los dolores,
tenía nausea, todo daba vueltas. Por eso en el dibujo he pintado espirales y
burbujas.
Dibujo 2: El momento del parto fue como un rayo que
atravesaba toda la parte interior de mí. Temblaba. El dolor era muy fuerte, me
pusieron la epidural a última hora. Casi me desmayo.
Dibujo 3: Aquí estoy yo sufriendo en el paritorio. Sentí un poco de abandono por parte de los
profesionales, me sentí desatendida. Me dijeron; “¿Qué, chica? ¿Ya has
tenido otros, y esto no puedes aguantarlo?” No podía creer lo que escuchaba.
Autora: Marina
El título del dibujo es “La vida”.
Cuando me enteré de que estaba embarazada no me sorprendí o emocioné demasiado.
Hasta que no voy a tener el niño en mis manos… no puedo dar por hecho que tengo
el bebé.
Autora: Tamara, 32 años, argentina.
Tamara explica: “En el dibujo veo a mi marido y a mis hijos. El título es El viaje, el
viaje de camino al hospital en coche [el día del parto], en el que yo y mi marido hablábamos
de la nueva etapa que iba a comenzar en
nuestra vida”.
Autora: Camila
En esta obra Camila representa la
imagen de su marido que de repente le apareció difuminada en un momento
delicado de su parto. Por la delicadeza de la experiencia personal, la mujer no
quiso dar más detalles de su obra.
Autora: Martha, boliviana.
Al trabajar con el barro conecté con el
parto de los mellizos (…) Iba tocando e iba recordando. Conecté con una emoción
de mucha rabia, y quería romper el barro. Mi
parto fue programado, ellos [los profesionales] escogieron la fecha, no me
dieron opciones (…)
Martha
explica que el objeto cóncavo simboliza su barriga conteniendo a sus hijos. La
parte exterior de la pieza representa una presa que frenaba las emociones
desbordantes que sintió durante su parto.
Autora: Yasmine, 32 años, argelina.
El título de la obra es
“My turning point” (Mi punto de inflexión). Desde este
parto cambié mi manera de ver la vida, de ver a mi madre, la entendí más en sus
aprensiones.
En la obra he
representado los momentos desde que empiezan los dolores de parto hasta que
nacen los niños. Y como gritaba! Cuatro horas gritando, como un animal. Muchos
profesionales entraban y salían de la sala. Yo hablaba español, pero no pude hablar durante todo el parto, por el
dolor, solo decía sí y no. Ellos pensaban que yo no entendía, entonces no
hablaban conmigo. Lloraba y reía al mismo tiempo (…) En el primer parto
gritaba mucho para que no me dejasen sola. En el segundo no tuve que gritar
tanto, había una comadrona que me estuvo muy cerca, hasta el último minuto. Me
acuerdo de ella.
Autora: Firdaus, marroquí
Cerré
los ojos y trabajé. Cuando los abrí, pensé “Esta soy yo”. Puse las piernas
abiertas. En la habitación había mucha gente. Yo estaba consciente de mí misma.
Me decía, Soy yo la que va a parir.
Las figuritas de los profesionales son pequeñas porque estaban allí pero era
como si… estuviesen en segundo plano. Pero me apoyaban (…) Me gustó mucho
cuando me pusieron el bebé en el pecho. He
sentido el calor de los profesionales, su empatía.
En el segundo parto
en cambio – era justo
después de los ataques a las torres gemelas – yo he sentido la maldad de las
enfermeras. Me han dejado gritar
en una habitación, sola. Pedía epidural y no me la querían poner. “No puedes
gritar, todo el mundo tiene dolor!“, me dijeron. Luego me pasaron a la sala de
parto, y allí los médicos me trataron bien. La doctora se llamaba como yo, era
española. Fue el único momento que lo pasé mal con los profesionales, desde que
estoy aquí.
Firdaus
sintió que la actitud de las enfermeras que la atendieron en el segundo parto,
tenía relación con una reacción xenófoba hacia todas las personas de fe
musulmana a raíz del ataque terrorista.
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